Quiero creer que en la vida no hay casualidades, cada paso dado te lleva a algún lugar, incluso en medio del desierto.
Es cierto, existen épocas en las que sientes que caminas por inercia, que el mundo te mueve y tú no puedes hacer nada para controlarlo, también es cierto que aunque nos estemos sintiendo débiles o derrotados el mundo sigue caminando. Todos hablan de que hay que dejar huella en el mundo, mejor hay que hacer huella en la gente, esas no se van a ningún lugar.
¿Que quiero decir? Que al saberte perdido, ya en ese momento sabes en donde estas, cuando te das cuenta que caminas por inercia, ya en ese momento comienzas a darle dirección a tus pasos. ¿La dirección correcta? Esa no existe, se camina por donde se puede y a donde se puede, es lo mejor que una persona puede hacer.
Plantearte metas, un objetivo, una estación de llegada, simplemente te ayuda a eso, a no sentirte perdido, pero en el fondo todos lo estamos. No estoy segura eso que dicen del destino o de que todos tenemos una misión en la vida, al final tu misión la veras cuando estés en tus últimos días, en tu último día.
Mientras llega el día en que veas cual fue tu misión en la vida, solo te queda hacer una cosa: Forzar a tus pies y a tu alma a dar el siguiente paso....Aunque no sepas a dónde vas.
