-¿Crees que merezco todo esto?
-Bueno en realidad no creo que no lo merezcas pero tampoco que lo merezcas
-Entonces, ¿En que quedamos?
-Creo que las cosas vuelven, que te comen, que todo lo que haces regresa y te quema, que has llegado a un punto en el que llorar y gritar y hablar ya no te sirven de nada, vamos, te has acabado las palabras del diccionario tratando de explicar lo que sientes y lo que quieres
-Eso lo se, pero el hombre no ha inventado las palabras que necesito
-Y… ¿No crees que el silencio seria tu mejor aliado hoy?
-No quiero, odio el silencio.
-A veces lo que odias es tu mejor medicina
-Hoy ¿Cómo te sientes?
-Bien, creo… Aun duele, ya sabes.
-¿Crees que algún día deje de doler?
-No, no creo, ya sabes eso sucede cuando tus sueños se van cayendo poco a poco ante tus ojos.
-¿No tienes mas sueños?
-Si, si los tengo, pero…. Era la base, era la carta que sostenía toda la pirámide y cuando esa sale del juego, las demás se caen y quedan volando.
-Me ha pasado lo mismo, casi no puedo dormir por las noches y los días parece inservibles
-Deberíamos tener un plan, como los planes elaborados de la televisión, uno que no tenga margen de error
-Si, deberíamos, pero no es tan fácil decirlo que hacerlo
-Comencemos con el…. Mientras duela.
-¡¡¡Me matas!!!, ¡¡¡Tus actitudes me matan!!!, me matan tus palabras y me matan tus "no besos", me matas tu y me matan tus manos
-Dijiste que tendrías paciencia, sabes que nunca había estado en esta situación
-No, nunca habías estado en esta situación pero la conoces demasiado bien como para saber como manejarla, como cuando lees una receta, la repites una y otra vez, copias los ingredientes, compras lo necesario, sacas los moldes, consigues cuchillos y al final nunca habías preparado el platillo, pero sabias como hacerlo
-No es tan fácil
-Es fácil, los dos sabíamos que el amor puede lograr cualquier cosa, sabíamos que aceptaste la propuesta por que me querías y por que sabias que yo te quería… A menos que lo hayas hecho por lastima
-Sabes que eso no es verdad
-Ya no se que pensar, no soporto tus promesas sin cumplir, no soporto el movimiento de tus labios cuando hablas y saber que no volverán a tocar los míos
-¡¡¡Por favor!!! Son tuyos
-Ahora dime, ¿Por que desde que supiste todo esto no me has besado?
-No… No se….
-Me encantaría saberlo, pero no importa… Nunca importa
-¿Por qué insistes en dramatizar todo esto? Ya tienes lo que querías ¿No?
-Yo te quiero a ti, completo, quiero saber que me quieres y que no cabe nadie más, por que para mi no hay nadie mas, quiero saber que estamos aquí por alguna razón, que no han pasado los años en vano y hemos aprendido a querernos como los dos lo merecemos.
-Hemos aprendido…. Créelo….
-Hola
-…Hola…
-¿Y ahora que tienes?
-Te tengo a ti… Eso es lo que tengo