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Hola… esta es una carta para ti... la compañera de todas las noches de insomnio, la que nunca me dejara sola, la que siempre ha estado conmigo… si, desde el primer momento.

Se que a veces no soy una buena compañía pero intento estar… a veces soy hiperactiva, a veces soy molesta, gritona, enojona, jodona, confusa, chillona pero en el fondo… tal ves muy en el fondo tu también lo eres, y tu eres la única persona que seguirá ahí no importa cuanto le grite o le diga que la odio.

Has estado y estarás, tal ves seguirás siendo la misma de hace años y es lo que me encanta de que me acompañes a cada instante, sabes quien soy, no importa cuanta niebla haya alrededor, tu y yo planeamos un camino hace tiempo y es el camino que tu has seguido, yo lo olvide.

Planeamos conquistar el mundo juntas pero no siempre seguí tus consejos, cuando juraste que por fin era el momento cometí los dos mayores errores de una estrategia (según Coelho) actué antes de tiempo y después…. Deje que la oportunidad pasara de largo.

Ahora creo que es hora de armar otro plan de vida, uno en el que nunca vaya a dejar de creer en la persona que ha estado conmigo desde el primer instante, de esa persona que nunca ha cambiado y que sabe distinguir los amigos de los enemigos, de esa persona que no importa cuanto daño le hagan sigue creyendo que hay una razón para vivir.

En algún momento te decepcione, simplemente las ganas de vivir se acabaron, no es que quisiera dejarte sola, no es que quisiera huir, simplemente las ganas de vivir se acabaron y ahora estoy aquí intentando recuperarlas, intentando dar un giro a mi vida, se que es difícil y que con simples palabras no lograre hacerlo, pero tu sabes lo que significa.

De niños tenemos amigos imaginarios, pero siempre los olvidamos con el paso del tiempo por alguna u otra razón, tu no te fuiste de mi lado, no me permitiste olvidarte, siempre estuviste ahí a un lado gritándome cuando estaba a punto de hacer algo mal y ahora me doy cuenta que por mucho que te odie por no dejarme disfrutar que tenias razón.

Siempre te he necesitado, siempre he necesitado que me grites y me digas que es lo que esta mal conmigo y nunca has preguntado nada, has estado ahí silenciosa, sentada en el escalón de enfrente esperando a que terminara de estudiar, acostada conmigo en el piso esperando que terminara de escribir en esa libreta vieja que yo llamaba diario.

Me gritaste que no querías estar conmigo pero te tengo noticias… estamos juntas en esto... En este juego que algunos llaman vida.